Los tratamientos térmicos para la pasta fresca se dividen en pasteurización, secado y refrigeración. Permiten reducir el número de bacterias, secar la superficie del producto después del proceso de pasteurización y, finalmente, enfriar el producto para proceder al envasado.
Los tratamientos térmicos para la pasta fresca se dividen en pasteurización, secado y refrigeración. Permiten reducir el número de bacterias, secar la superficie del producto después del proceso de pasteurización y, finalmente, enfriar el producto para proceder al envasado.