En base a las exigencias de costes y de tiempo cada vez más complejas y los rápidos ciclos de innovación, los sistema de mezcla de líquidos deben ser económicos, reproducibles, flexibles y robustos. La mezcla es parte integrante de muchas industrias de procesos, como el sector de bebidas o de higiene personal, para las que es esencial la producción fiable y homogénea de productos sin grumos. Este proceso se utiliza para producir bebidas como zumos, agua carbonatada y refrescos, además de artículos de higiene personal como cremas, champús y productos de limpieza.
Una mezcla efectiva garantiza que los productos tengan una calidad homogénea y que se fabriquen de manera económica. Hay que comprender tanto los materiales como los procesos seguidos en la mezcla, incluyendo factores como el índice de solubilidad y la capacidad de impregnación.
Opciones de Proceso
La mezcla puede realizarse con un mezclador tradicional de lotes o con un sistema de mezcla continuo. Para las compañías con cambios de producto frecuentes o con muchos productos que deben prepararse con sustancias secas e ingredientes en recipientes pequeños (bolsas, botellas, etc.), tiene mucho sentido utilizar una planta de mezclado por lotes; en otros casos, sin embargo, presenta más ventajas una integración de mezclado por lotes y combinación continua.