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RegistrarseLas frutas y las verduras son deliciosas y sanas, pero también delicadas. Por eso no debe dejar al azar el control meticuloso de la temperatura y la manipulación cuidadosa de los productos en las líneas de proceso de refrigeración o congelación de estos delicados alimentos. GEA se cerciora de que sus alimentos permanecen entre las prioridades de compra de los consumidores y nunca dejan mal sabor de boca. Al fin y al cabo, los refrigerantes ecológicos y la eficiencia energética son absolutamente prioritarios para nosotros. Los alimentos ultracongelados facilitan en particular una alimentación sana y muy variada sin necesidad de grandes conocimientos especializados, complicados programas nutricionales o calendarios de temporada. Ya se trate de crujientes guisantes en verano o frambuesas de un rojo radiante en invierno, en cualquier estación aguarda al consumidor una irresistible variedad de fruta y verdura con toda su frescura, color, sabor, forma y contenido vitamínico. Además, los alimentos congelados facilitan la adaptación de la dieta al creciente número de personas alérgicas y con intolerancias alimentarias. Los especialistas en nutrición pueden recomendar sin reservas los alimentos congelados. Innumerables estudios llevan años demostrando que las verduras correctamente congeladas no solo tienen el mismo contenido vitamínico que sus equivalentes frescos, sino que de hecho se ha constatado que las verduras congeladas son siempre mejores que los alimentos que se conservan en frigoríficos durante días o que permanecen en tránsito largo tiempo. Los alimentos ultracongelados también constituyen productos higiénicamente impecables para el consumidor, ya que los microorganismos como las bacterias necesitan temperaturas superiores a cero para crecer y proliferar.
En la época actual, la mayoría de nosotros no tenemos tiempo ni energía para deambular por pequeños establecimientos husmeando y estudiando atentamente las mercancías en venta. En general, nos apresuramos por el supermercado para llegar a casa cuanto antes. No es extraño que cada vez tengan mejor acogida los alimentos procesados, como los productos ultracongelados. Los consumidores se inclinan sobre todo por las verduras congeladas y tienen congeladores llenos de guisantes, judías, coliflor y similares. Las verduras ultracongeladas nos ahorran el aburrimiento de la limpieza y el troceado. Sin embargo, además de comodidad, estos productos ofrecen excelente calidad y contenido en vitaminas. Tampoco existe nada tan sencillo para abastecerse durante días y semanas. Los artículos congelados también resultan especialmente fáciles de racionar para grandes y pequeños comedores. Ello contribuye a administrar y no malgastar los alimentos valiosos. Para asegurarse de que el cliente puede disfrutar exactamente de estas ventajas, las verduras deben mantenerse sueltas, sin pegarse entre sí dentro de los envases. Con este fin, los túneles de congelación IQF (congelación rápida individualizada) de GEA son muy efectivos para todo tipo de verduras y hortalizas. Una delicada agitación del producto junto con una transferencia térmica eficiente son factores claves para garantizar su calidad a lo largo de los procesos de refrigeración y congelación. Por ejemplo, nuestro cliente Bonduelle confía en las cualidades del proceso IQF en sus instalaciones de Estrées, Francia. Bonduelle congela y procesa 35 toneladas métricas de verduras... por hora. GEA ha dotado esta planta con tres salas de máquinas autónomas entre sí, cada una de las cuales tiene cuatro compresores helicoidales de alto rendimiento, con economizadores incluidos. La planta también dispone de un congelador IQF (10 toneladas/hora) y tres congeladores espirales (2,5 toneladas/hora cada uno), todos de GEA. Los congeladores espirales transportan los productos mediante una cinta transportadora continua por varios niveles en sentido ascendente. Estos congeladores llevan literalmente el peso cuando los productos son relativamente pesados o densos. Esta técnica tiene una ventaja decisiva: mucha producción en poca superficie.
Incluso para los compradores avezados puede resultar complicado comprar fruta fresca. Bajo una atractiva piel brillante suele esconderse un aroma aguado e insípido. Las moscas tienden a cebarse en la fruta muy madura. Así que en nuestra siguiente compra optamos por la cautela: elegimos fruta dura aún verde y la dejamos madurar en nuestro hogar. Entonces descubrimos que las condiciones de conservación en casa favorecen una veloz evolución de la total inmadurez a la podredumbre. Esta experiencia desanima cada vez a más compradores, que recurren a los ultracongelados de los supermercados y no quedan decepcionados. Ello es posible gracias a la congelación rápida avanzada. Los fabricantes lavan la fruta dulce, la trocean, deshuesan y congelan en el estado de madurez perfecto para su consumo. La refrigeración detiene el metabolismo, la fruta no madura y el cliente puede disfrutar de su delicioso sabor original sin problemas ni decepciones. Los sistemas de congelación de GEA no se diseñan pensando solo en agradar al paladar: el cliente puede tener la certeza de que se preservan las cualidades internas, como las vitaminas. Por ejemplo, en el caso de las preciadas frutas del bosque, son principalmente los efectos antioxidantes que preservan las células de los tejidos humanos, efectos que no altera la congelación industrial. Naturalmente, la congelación se efectúa respetando meticulosamente las pertinentes normas higiénicas sobre alimentos y bebidas.
Como en el caso de los guisantes y otras verduras, la calidad IQF también es primordial para las frutas. Esta atención especial es lo que garantiza en esencia que los productos llegan al mercado como artículos a granel de primera categoría y que el consumidor puede tomarlos de uno en uno, incluso las frutas del bosque. El encostrado rápido previo a la congelación es muy efectivo en la fruta. Los frutos tan delicados como las frambuesas se congelan en dos fases. Las frambuesas se encostran dentro de un congelador único y luego se someten a un acabado congelado. El proceso de encostrado rápido se efectúa a gran velocidad, con chorros de aire superiores e inferiores que provocan una gran transferencia de calor sin ningún movimiento del producto en la cinta transportadora. Solo se forman minúsculos cristales de hielo dentro del producto. Cuando se descongela la fruta, su estructura celular permanece masivamente inalterada, de modo que incluso la fruta de estructura muy delicada y alto contenido en agua conserva su forma y consistencia. Esta solución, recientemente desarrollada por GEA, también ofrece importantes ahorros de energía en comparación con los sistemas criogénicos convencionales. Preserva eficazmente el color, sabor, forma y valor nutritivo de estas sutiles frutas. El proceso de encostrado y congelación puede aplicarse a la mayoría de las bayas.
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