Apetitosos panecillos, tartas y pasteles: a los consumidores les encantan los productos de panadería y repostería congelados. El motivo: disponibilidad y fácil preparación. Como estos productos contienen pequeñas cantidades de agua, se descongelan enseguida y nos permiten lucirnos ante invitados inesperados. Incluso los gourmets ven con buenos ojos usar masas congeladas para su preparación posterior, como el hojaldre. En este contexto, se hacen indispensables túneles de congelación de alto rendimiento. Congelan rápidamente no solo la superficie del producto, sino también el interior, lo que garantiza una buena estructura cristalina permitiendo una descongelación perfecta de los productos horneados.
En la elaboración de tartas y pasteles las frutas juegan un papel importante. Para que potencien el sabor de los productos horneados, deben estar maduras y ser aromáticas, pero también atractivas y agradables al masticar. La tecnología de congelación avanzada mantiene la fruta dulce en perfectas condiciones.
Por supuesto, la exquisitez gastronómica no es el único factor clave en el diseño técnico de las plantas de congelación de GEA: sobra decir que también respetamos estrictamente todas las normas que atañen a la higiene alimentaria. Además, nuestros congeladores garantizan calidad IQF (congelación rápida individualizada), lo que significa que el personal de panadería y pastelería puede contar con productos alimenticios a granel de primera clase.
Esta solución ofrece enormes ahorros de energía en comparación con los sistemas criogénicos convencionales. Los productos delicados, como las frambuesas, se precongelan en un congelador de impacto y después se someten a la congelación definitiva en el túnel de congelación. Tras ello se realiza una congelación rápida progresiva a alta presión con toberas de aire superiores e inferiores para asegurar un elevado intercambio de calor. La cinta transportadora no se mueve durante estas operaciones. Con este procedimiento se forman minúsculos cristales de hielo. En consecuencia, la estructura celular de la fruta permanece prácticamente íntegra durante la descongelación, lo que impide que pierda su forma a pesar de su fragilidad y su alto contenido en agua y pueda emplearse, por ejemplo, para rematar exquisitamente una tarta de crema.
Continúe en contacto con las historias e innovaciones de GEA registrándose para recibir las noticias de GEA.
Registrarse¡Deseamos ayudarle! Solo necesitamos unos datos para responder a su consulta.
Contacte con nosotros