El volumen medio de agua residual en explotaciones agrícolas es actualmente de 1,3 l por kilo de leche. Lo que supone unos considerables costes de eliminación de agua residual. La tecnología de GEA prepara el camino para ahorrar más reduciendo tanto el uso de agua potable como el volumen del lodo residual.
El volumen medio de agua residual en explotaciones agrícolas es actualmente de 1,3 l por kilo de leche. Lo que supone unos considerables costes de eliminación de agua residual. La tecnología de GEA prepara el camino para ahorrar más reduciendo tanto el uso de agua potable como el volumen del lodo residual.
La higiene es el factor más importante en el procesamiento de la leche y la producción de productos lácteos. Esto se traduce obligatoriamente en el uso de grandes volúmenes de agua para la limpieza. Además, cuando se procesa la leche se generan considerables cantidades de agua residual con componentes lácteos volátiles, grasas y proteínas, especialmente durante la evaporación y el secado por atomización.
GEA suministra módulos ideales para su aplicación en forma de decantadores especiales de sencillo manejo que ahorran dinero y aumentan la eficiencia. Tras el tratamiento biológico aeróbico o anaeróbico de las aguas residuales de las explotaciones agrícolas, el lodo residual se envía a un decantador de clarificación que deshidrata eficazmente el lodo antes de reciclar el agua limpia y reutilizarla en el proceso.
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