Diseñados para trabajar de manera continua, los homogeneizadores de laboratorio son perfectos para la obtención de nanopartículas, nanodispersiones, nanoemulsiones y ruptura celular a alta presión. Ofrecen excelentes resultados hasta una presión máxima de 2000 bar, lo que significa que se pueden usar fácilmente en diferentes tipos de aplicaciones, como biotecnología, farmacia, cosméticos, productos químicos, productos lácteos, alimentos y bebidas. Estos equipos ofrecen la posibilidad de realizar pruebas con pequeñas cantidades de muestra y garantizan la obtención de resultados de calidad equiparable-escalable a la de los homogeneizadores industriales.