La microparticulación tiene dos objetivos. El primero consiste en utilizar el producto de desecho, mientras que el segundo es evitar la repercusión de los productos de desecho en el medio ambiente a la vez que la necesidad de eliminarlos. Por ejemplo, el lactosuero microparticulado puede emplearse en un gran número de productos lácteos en lugar de la grasa o las proteínas de la leche.
No se puede subestimar la importancia de una gestión de calidad de la cadena de frío. Garantizar que los alimentos perecederos sean seguros en el punto de consumo es una enorme responsabilidad para quienes gestionan las instalaciones...