Energía
El tratamiento del agua residual está estrictamente controlado por las leyes nacionales e internacionales. El agua residual solo puede descargarse tras un desaceitado previo con sistemas de tratamiento especialmente aprobados. El contenido máximo de aceite no debe superar los 15 ppm. El límite se reduce hasta los 10 ppm en algunas zonas.
El agua aceitosa solo puede descargarse si el contenido en aceite del vertido es inferior a los 15 ppm. 15 partes de aceite por un millón de partes de agua parece poco, pero GEA cree que sigue siendo demasiado. Es más, la práctica nos enseña que este valor no se logra alcanzar en muchas centrales convencionales en condiciones prácticas de funcionamiento. Cuanto más podamos reducir este valor, mayor será el beneficio para nuestro medio ambiente.
El agua residual es una mezcla de los siguientes componentes:
El producto (es decir, el agua aceitosa sin excesiva emulsión) se aspira del tanque de agua aceitosa con una bomba de alimentación, atraviesa el filtro y el precalentador a través de la válvula de alimentación que va al separador. Durante el programa de puesta en marcha o de eyección se conduce de vuelta al tanque de agua aceitosa.
El producto circula desde la parte superior hasta el centro de la cubeta separadora. La fase de agua pesada se separa de las partículas de aceite más finas y luego se transporta a presión mediante una bomba centrípeta hasta la descarga.
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Jet pumps, also referred to as ejectors, are devices for the conveyance, compression or mixing of gases, vapors, liquids or solids and for the production of vacuum in which a gaseous or liquid medium serves as the motive force.
Los separadores de GEA están diseñados para aplicaciones a base de líquidos. Utilizan fuerza centrífuga y se emplean para separar suspensiones que consisten de dos o más fases de distinta densidad; por ejemplo, pueden separar líquido-líquido, líquido-líquido-sólido o líquido-sólido. También son eficaces para separar mezclas líquidas a la vez que ...
Michele Schneider's life took an unexpected turn when she married her husband Virlei, an aspiring dairy farmer, and the two started dairy farm Fazenda Inovação Schneider Milk in Brazil. Being a newcomer in dairy farming, Michele saw her passion for the animals and the farm grow quickly. And so did her workload.
In a dairy herd, every cow has her own story – and modern herd management tools help tell it. By tracking health, habits and needs, these smart systems let farmers care better, work smarter and keep milk flowing. It's the secret behind happy herds and successful, more sustainable dairy farming.