9 de septiembre de 2024
La lecitina ocupa un lugar especial en el pensamiento del responsable de ventas de productos GEA, Patrick Schürmann. Esta versátil sustancia ha pasado de tener una función secundaria a ser la estrella del mercado del refinado de aceites comestibles, altamente competitivo y con márgenes bajos. Esto se debe en gran parte al nuevo proceso, innovador y que ahorra energía, desarrollado por Schürmann y sus colegas.
En primer lugar, hay que decir que la lecitina es un nutriente esencial para el ser humano, sin que exista hasta la fecha ninguna variante sintética. Entre otras cosas, la lecitina es un componente esencial de la membrana celular. Sin embargo, no solo es esencial para la supervivencia del organismo humano. Gracias a la lecitina, la grasa y el agua pueden mezclarse, lo que convierte al fosfolípido en uno de los actores más importantes tanto en el sector alimentario como farmacéutico. Sin lecitina, no habría chocolate ni soluciones para infusiones.
Ventas altas, margen bajo: ¿y ahora qué? En primer lugar, es necesario establecer qué es lo que mueve la industria del aceite comestible y su mercado asociado para entender por qué incluso las pequeñas ganancias de rendimiento son tan interesantes para nuestros clientes, explica Schürmann. Las ventas generadas por las refinerías y molinos de aceite comestible son relativamente elevadas, independientemente del tamaño de la operación, entre otras cosas porque inicialmente debe comprarse una gran cantidad de materia prima. El precio de estas materias primas también varía considerablemente –entre 500€ y 1.500€ por tonelada métrica– dependiendo de factores como la pérdida de cosechas u otras circunstancias. La guerra en Ucrania, por ejemplo, ha provocado una subida desorbitada del precio de las semillas de girasol. El margen ya es tan escaso que las demás industrias probablemente no se darían por satisfechas con esto. Está claro, por tanto, que los productores de aceite están en un negocio de muy alto riesgo, lo que hace aún más importante que se aseguren de que sus instalaciones de producción funcionan sin problemas, 24 horas al día, 7 días a la semana durante unos 330 días de producción al año, porque ese es el requisito mínimo para trabajar de forma rentable. Como regla general, un día de producción perdida se traduce en un mes de pérdida de beneficios. Por la misma razón, esto también significa que cada 0,1% de aumento en el rendimiento del aceite representa un beneficio importante: 330 toneladas extra de aceite al año en una planta que produce 1.000 toneladas diarias.Lecitina: 3% con 100% de impacto“Por estas razones relacionadas con el mercado y la producción, cada vez se presta más atención a los subproductos”, continúa Schürmann. Estos productos, conocidos como flujos secundarios, incluyen ácidos grasos libres, glicerol y la llamada lecitina. Pueden venderse simplemente como pienso animal o en la industria oleoquímica. Pero si dichos productos son de alta calidad, se pueden conseguir precios significativamente mejores. Para ello, sin embargo, las empresas deben tener el proceso bien controlado.Más lecitina para todos: La tasa media de crecimiento anual del mercado de la lecitina se sitúa en el 6,15%. Para 2023 se prevé una cifra de 96.000 millones de dólares, e incluso hasta 1.300 millones para 2028. Estas son buenas perspectivas para que los fabricantes de aceites comestibles obtengan un beneficio decente de su flujo secundario de lecitina.
“Cada vez vemos más clientes que se fijan en los flujos secundarios”, afirma Schürmann. “Simplemente han llegado al límite de lo posible con el resto de sus procesos. La única forma de generar un margen aún mayor a partir de la materia prima comprada es, por tanto, explotar los flujos secundarios de forma más eficiente. Cuanto antes podamos extraer la lecitina en el proceso, mejor”. En el caso de la lecitina, la calidad puede evaluarse visualmente. Menos sólidos y materia en suspensión significan menos impurezas, lo que se traduce en un producto más brillante y claro. “Cuanto más limpia esté la lecitina, más versátil será para aplicaciones en el sector alimentario o farmacéutico, lo que repercute en su valor y, por tanto, también en su precio”, afirma Schürmann. “Al mismo tiempo, las exigencias también aumentan continuamente, por lo que nuestro reto es encontrar soluciones que mejoren la calidad de la lecitina”.
Pequeño cambio, gran impacto: decantadores para clarificación del aceite de prensa La lecitina solo representa hasta un 3% del aceite crudo en cuestión, como el de girasol o colza. “Para comprender la forma más eficaz de obtener este valioso 3%, primero hay que entender cómo se extrae el aceite comestible de cultivos como el girasol”, explica Schürmann. “Como todas las semillas, las de girasol y colza se prensan inicialmente. Se trata de un proceso similar al utilizado para exprimir naranjas, por ejemplo, salvo que en lugar de zumo obtenemos aceite, también conocido como aceite de prensa, y en lugar de piel de naranja obtenemos algo denominado torta de prensa o torta de aceite”. La torta de prensado se compone de los sólidos restantes de la semilla y del contenido de aceite no prensado. O como en la analogía de la naranja, la piel permanece con restos de pulpa y algo de zumo. La preciada lecitina se disuelve en el aceite, tanto en el aceite de prensado como en el que aún está presente en la torta de prensado. Lo ideal es que los clientes extraigan la lecitina de ambos frlujos. Sin embargo, no siempre es así.Un decantador para clarificación del aceite de prensa hace que el refinado del aceite comestible sea más eficaz y ahorra energía y espacio.