Con 270 cabezas de ganado en total, los hermanos Alberto y Fermín Sanz se encontraron de frente hace años con uno de los problemas más recurrentes en el sector lácteo: la falta de mano de obra cualificada.
Los únicos propietarios de la ganadería segoviana Sanz Escorial (Cantalejo) debatían la continuidad de su ganadería, que dependía de lanzarse a apostar por el ordeño robotizado, si no seguramente tendrían que llegar al cierre. Como clientes del distribuidor GEA en la zona, Comercial Lobo, y tras visitar varias explotaciones similares se dieron cuenta de que esta podría ser la solución y finalmente colocaron dos DairyRobot R9500.
Hace 14 meses que cambiaron la sala 2x4 en la que ordeñaban a sus 105 vacas de leche por los dos robots de GEA y en las siguientes páginas nos cuentan toda su experiencia.
Además, pasaron de trabajar con podómetros a gestionar a sus animales con los collares CowScout y añadieron al proyecto de robotización la salida guiada y una sala de espera con puertas de preselección y postselección para un manejo más eficaz de las vacas.
Sanz Escorial |
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Localización | Catalejo (Segovia) |
Número total de animales | 270 |
Vacas en producción | 105 |
Número de ordeños en robot | 2,9 |
Media de producción | 38 l/vaca/día |
Porcentaje de grasa | 3,90 % |
Porcentaje de proteína | 3,20 % |
RCS | 200.000 cél./ml |
Teníamos problemas con la mano de obra y había dos opciones solamente: o quitábamos vacas o hacíamos algo con lo que no tuviéramos que depender de la mano de obra.
Empezamos a dar vueltas al tema de los robots, y vimos gente que se estaba apañando –dos hermanos, o un padre y un hijo– más o menos con el ordeño que teníamos nosotros. Decidimos ponerlo y ahora llevamos ordeñando con los robots 14 meses y estamos contentos.
Al principio no está tranquilo nadie, pero conforme el porcentaje de vacas saben que cambia la rutina, el trabajo se va relajando. El cambio es muy duro, el primer mes es el más duro, luego poco a poco, cuando las vacas se van tranquilizando, se tranquilizan los vaqueros.
Vas poco a poco cogiendo la idea al programa informático nuevo, cambia mucho la rutina de trabajo de la nave, te tienes que adaptar a la nueva rutina de trabajo, lleva tiempo.
Una vez puesto y estábamos acostumbrados a ordeñar con este robot, observamos que el foso por detrás y tener acceso a la ubre, es muy importante.
Además, han añadido al proyecto de robotización la salida guiada y una sala de espera con puertas de preselección y postselección.
Antes de la sala de espera, hay una puerta de preselección. La vaca que tiene permiso para entrar, la deja entrar; la que no, la devuelve a la nave. Y después de la salida de los robots, hay una puerta de postselección de tres vías: si la vaca no ha quedado bien ordeñada por algún tema, la devuelve a la sala de espera; si la vaca que está normal vuelve a la nave; y la tercera vía, para las vacas que tengo en el área de enfermería (vacas recién paridas, cojas, tratadas, etc.).
Al DairyPlan ya estábamos acostumbrados. Antes, teníamos podómetros, buenos para detectar celos, y ahora los collares que también detectan rumia.
Cuando me lo ofrecieron no me parecía tan importante, hoy me parece fundamental. En cuanto hay una vaca que tiene un problema, una indigestión o cualquier problemilla, lo que hace es dejar de comer y de rumiar. Con el collar ya tienes la alarma ahí.
Es más fácil anticiparte. Primero, porque el programa es el mismo, pero ahora tenemos más datos y es verdad que te manda muchas alarmas o muchos datos los tienes en el móvil. Entonces, en cualquier momento y lugar, puedes mirar el móvil y ves si hay alguna vaca parada o si tienes vacas en celo. Ves cómo está todo el ganado, ayuda mucho.
Al día básicamente es lo mismo, lo único que no hay que hacer es ordeñar. Entonces estás más tranquilo, pero hay que cuidar igual, hay que encamar igual, hay que darles leche a los terneros igual.
Hacemos el ganado y luego seguimos teniendo otras tareas como cuidar el campo, gestionar las basuras, soltar animales, destetar, papeles… El día lo seguimos echando, pero los robots nos permiten que un día que libra uno de nosotros, el otro hacer el trabajo sin depender de nadie.
Si que se nota que el ganado dentro de la nave está más tranquilo, no está sujeto a horarios. Antes iban todas las vacas a ordeñar, todas las vacas a comer, todas las vacas siempre juntas a todos lados. Ahora es otra cosa.
No estás tan sujeto a horarios, es más flexible. ¿Si estás más tranquilo? ¿El trabajo es más tranquilo? Sí. ¿El ganado está mejor? También.
Estamos muy contentos con la decisión. Es lo que pensábamos, nuestra idea era no depender de la mano de obra y que los dos pudiéramos llevar la vaquería. Está conseguido y el trabajo es un poco más relajado. Bien.